La propuesta:
El propietario de este ático trabaja desde casa y necesitaba disponer de un espacio de trabajo aislado del resto de la vivienda, así que, con esta premisa se decide dar una vuela al espacio y se resuelve con una planta abierta y diáfana y una zona de trabajo independiente.
Preexistencias:
La vivienda original se encontraba distribuida en 3 habitaciones pequeñas, una sala de 12 m², una cocina alargada de 6 m² y un baño minúsculo. Esta vivienda no le permitía al propietario tener flexibilidad a la hora de distribuir el espacio y además, las particiones interiores evitaban que hubiera luz natural en algunas zonas.
Resultado:
El ambiente abierto de cocina-sala-comedor se extiende a lo largo de toda la planta, ofreciendo flexibilidad para dividir el espacio de habitación con una cortina “foscurite” enrasada en el techo.
La habitación independiente destinada al estudio o zona de trabajo permite, por sus proporciones, que se pueda convertir en dormitorio doble en un futuro con lo que se colocan unas luces cabeceras de mesita de noche que también sirven para el estudio.
Para terminar el baño de tan solo 3,20 m2 tiene un efecto de amplitud al colocar un gran espejo a lo ancho de toda la pared. Además, se incorpora un sistema tanto de luz general como de luz ambiente de relajación.